Los brioches son unos bollos de origen francés que son estupendos para desayunar. Aguantan como el pan y no son tan calóricos como otros dulces. Además, los puedes rellenar de lo que quieras antes o después de cocinar. Yo los he probado con dulce y con salado y están 😋…de vicio!
Ingredientes:
- Harina floja, 500gr.
- Huevos, 4 unidades.
- Azúcar, 100gr.
- Mantequilla, 160gr.
- Levadura fresca* (ese paquetito amarillo que veis en la foto) 18gr.
- Leche, 50 ml.
- Una pizca de sal (unos 8gr).
A esto podéis añadirle cualquier ingrediente, ralladura de limón, de naranja, vainilla, un poco de licor (en lugar de la leche)… Eso sí, si queréis agregar chocolate u otros sólidos para rellenar el bollo, es mejor hacerlo después del amasado, abajo os digo el momento perfecto 😉.
*Si no habéis encontrado la fresca, podéis usar levadura de panadería en proporción. Podéis profundizar en este tema aquí.
Elaboración de la masa de brioches:
- Disolver la levadura fresca en la leche templada. No debe estar muy caliente porque mataría la levadura. Si está fría sólo retrasaría el fermentado, así que puestos a elegir, casi mejor fría que demasiado caliente🌡.
- En un bol, mezclar la harina, sal, azúcar, 3 huevos y la levadura disuelta.
- Amasar la mezcla hasta que quede homogeneizada. Si queréis incluir alguna ralladura o aroma, es el momento.
- Incorporar la mantequilla fría y trabajarla para que se incluya en la masa.
- Tras unos 20-25 minutos de trabajar la masa, debe ser fina, brillante, elástica y algo grasa, pero no pegajosa. Como en la foto de abajo.
- Es el momento de formar una bola con la masa y colocar en un bol previamente engrasado para que nos sea más fácil después sacarla. Así es como está en la imagen de arriba. Sólo falta taparla con un film transparente para que no se reseque y dejar reposar 30 minutos.
Dar forma al brioche:
Si buscáis en internet, veréis que hay mil maneras de disponer la masa para obtener distintos tipos de brioches. Así, de bocado están muy ricos y, sobre todo, es un desayuno cómodo para llevar. Sin embargo, cuando se hacen masas más grandes quedan más jugosos por dentro.
- Volvemos a amasar y los porcionamos. Yo soy un desastre calculando pesos, así que me pongo el peso delante y voy midiendo unos 50gr aprox. por cada uno. Antes del siguiente paso, si queréis incluir algún sólido para que se quede relleno, como chocolate, es el momento de incluirlo en cada porción.
- Cuando los tienes divididos, se bolean aplastando con la mano ahuecada contra la mesa para que tome forma de bola. Si no os enteráis, este vídeo vale mucho más que una mala explicación 😅. Si vais a rellenarlos, procurad que quede centrado.
- Sobre una bandeja con papel de horno, se colocan al tresbolillo. Esto es, en líneas no coincidentes. Vamos, que en lugar de ir en fila, van puestos como veis abajo, en diagonal. Esto permitirá que cuando aumenten de volumen no se peguen y aprovechar mejor el espacio de la bandeja.
Si, ese papel de horno está aprovechado! jeje. Un día hice unos eclairs, que por cierto fueron un desastre y como el papel quedó sin restos, lo volví a usar. Suelo hacerlo mucho y vosotros también deberíais!.
- Ahora hay que dejarlos fermentar hasta que aumenten de tamaño. En torno a una hora y media – dos horas si hace frío. En caso de que haga mucho calor, pueden estar listos antes, aunque en esta masa tardan bastante en fermentar, la verdad.
- Pintar con huevo batido y hornear 20 minutos a 180ºC.
- Sacar y dejar reposar unos 20 minutos mínimo.
Resultados:
¿No os da la impresión de que siempre hay que terminar pintando con huevo? Hay muchos productos que los prefiero sin pintar. Por ejemplo, los hojaldres pintados se tuestan demasiado para mi gusto. Por eso decidí probar con estos también, y pintar sólo la mitad. Y quedaron así:
A la mitad de la masa le incluí ralladura de limón, y los diferencié con el pintado de huevo. Tienen un color más bonito, pero es que además, se conservan mejor que los otros. Así que para esta receta sí que recomiendo pintarlos.
Bueno qué. ¿Os he convencido?¿Os animáis? Para mí es una receta estupenda de domingo por la tarde. Te entretienes un rato y ya tienes el desayuno listo para el resto de la semana. Acompañado con un café o chocolate están de vicio!.
Si sois más de salado, os aconsejo estas miniquiches que son una locura y también aguantan hechas mucho tiempo…si te resistes!.