La salsa boloñesa es ese clásico italiano en el que hay básicamente tomate y carne picada. Sin embargo, en cada casa la hacen de una manera y cada una tiene su toque.
Con esta receta los básicos macarrones con carne y tomate subirán de nivel para ser macarrones a la boloñesa. Lo mismo pasará con otros platos como la lasaña, o los canelones, donde funciona muy bien como relleno.
Como su elaboración, que es muy sencilla, es algo lenta, os recomiendo hacer cantidades grandes. Aguanta muy bien la congelación y en cualquier momento tendréis una comida familiar. Los ingredientes que indico son como para “un uso” aunque yo lo tripliqué.
Vamos a hacer por un lado la salsa de tomate, y por otro la carne picada de la salsa boloñesa. Aunque si tenéis prisa siempre podéis tirar de algún tomate frito (de calidad, por favor, nada de bricks dulzones).
Ingredientes para la salsa de tomate:
- Una lata de tomate triturado (750g)
- Una cebolla
- Dos o tres zanahorias
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Hay recetas donde se incluye una cucharada de azúcar para contrarrestar el ácido. Para evitarlo, nosotros incluimos las zanahorias, que le aportarán dulzor sin tanta caloría.
El tomate triturado conviene que sea espeso. Hay marcas que tienen mucha agüilla y no cunden, yo compré en esta ocasión la de Aldi, y su resultado fue muy bueno.
Por cierto, el tomate natural, es una posibilidad, pero es muy tedioso (hay que escaldarlos y pelarlos) y el sabor no varía demasiado, por lo que no merece la pena.
Ingredientes para la carne picada:
- 500 gr de carne picada (a elegir)
- 500 ml de vino tinto de brick
- Sal y pimienta
Tanto la carne de ternera como la de cerdo, aguantan mejor la cocción. Eso significa que si decidís usar pollo o pavo, os aconsejo que reduzcáis un poco la cantidad de tinto (300 ml, por cada 500 de carne)
Elaboración de la carne picada:
- Salpimentamos la carne. Si conseguimos tenerla un rato antes a temperatura ambiente mejor.
- Salteamos la carne a fuego fuerte, con aceite, intentando que no suelte mucho líquido para que no se cueza.
- Una vez que toda la carne está oscurecida y no hay zonas rosas, se añade el vino en frío.
- Se mantiene el fuego vivo hasta que empiece a hervir y después se deja a fuego bajo, pero que siga hirviendo.
- Así lo dejaremos hasta que se reduzca, que suele ser media hora para esa cantidad, aunque a más cantidad, algo más de tiempo.
Elaboración de la salsa de tomate:
- Lo primero que haremos será pelar y cortar tanto la cebolla como la zanahoria. Aunque después lo vayamos a triturar, lo mejor es un corte pequeño, tipo brunoise.
- Ahora, en una olla alta (que es tomate, y después salta) pochamos la cebolla en el aceite a fuego bajo. Removemos de vez en cuando, durante unos diez minutos. De esta forma se caramelizará y endulzará un poco el resultado.
- Tras esos diez minutos, añadimos la zanahoria, y removemos. La dejamos de 3 a 5 minutos.
- Añadimos ahora la sal, la pimienta y el tomate triturado. Al principio deberemos remover para que el tomate no se pegue, pero al poco ya bajará de temperatura y solo será necesario hacerlo de vez en cuando.
- Según queramos de espesa la salsa, y según sea el tomate que hemos añadido, cocemos con tapa o sin ella. Con tapa si está ya espeso, sin tapa si está demasiado líquido.
- La cocción debe durar unos 20-30 minutos, y cuando esté lista, se tritura con la batidora.
Elaboración (al fin) de la salsa boloñesa:
Una vez que tengamos listas tanto la carne como la salsa, vertemos la salsa en la carne. Como esto es cuestión de gustos, os aconsejo añadirla poco a poco, por si la preferís con menos tomate. A mí me quedó así.
¡La salsa ya está lista para usar! Yo la aproveché para estos macarrones que en mi casa encantaron, y me sobró para hacer una lasaña que compartiré más adelante.
Eso si, si queréis mantener la línea, una de cal y otra de arena, así que para la próxima tenéis esta receta mucho más ligera de ensalada Waldorf!
Os aseguro que están buenísimos👏👏👏👍
Me salió! Riquiisma!!! Gracias Sr. Guille!!