Se acerca la temporada de guisos y en casa ya nos estamos preparando. Si aún no sabes hacer seitán, esta es la receta con la que debes probar; sencilla, saludable y sobre todo, rica.
¿Qué es eso del seitán?
El seitán es una masa hecha principalmente con la parte proteica del trigo: el gluten. En efecto, esta comida es la kriptonita del celíaco. Nutricionalmente, es de los denominados sustitutivos de la carne por este alto porcentaje en proteínas, aunque su textura y sabor, evidentemente, no tienen nada que ver.
¿Lo hago o lo compro?
Pues mira, en algunos supermercados como Aldi, yo los he encontrado, y no están mal. El problema es que son mucho más caros que hacerlos en casa (como 7 veces más caros). Y el proceso es muy fácil. Te explico cómo se hace y…¡tú decides!
Cómo hacer seitán casero
- Encuentra los ingredientes:
- Gluten de trigo, 250gr. Lo puedes encontrar en algunos Carrefour grandes; si no, en Amazon está a muy buen precio. (unos 12 € el Kg) Si compras en packs más grandes puedes encontrarlo hasta a 9 € el Kg.
- Harina de trigo, 100gr. No importa que sea harina floja o harina de fuerza.
- Salsa de soja, 150 ml.
- Vinagre de arroz, 50 ml.
- Agua o caldo de verduras, 150 ml. Lo importante aquí es que sea la misma cantidad de ingredientes secos que líquidos, así que si tienes menos soja o no te gusta el vinagre, adapta a tu gusto y listo.
- Además, puedes añadirle frutos secos, como nueces, anacardos troceados o pipas de girasol.
- También puedes incorporar especias; el curry y las especias de caracoles les quedan especialmente bien.
- Mezcla la harina y el gluten en seco en un bol.
- Mezcla los líquidos: la salsa de soja, el vinagre de arroz y el agua.
- Mezcla ambas cosas y amasa un poco. Esta masa es muy agradecida, ya que el gluten es lo que amalgama el pan. Vas a ver que la textura es muy curiosa; con amasarlo hasta que se integre es suficiente. No te preocupes si no queda totalmente homogénea o «sobra» líquido.
- Déjala reposar durante unos 30 minutos.
- Cuece durante unos 20 minutos en olla exprés o 40 minutos de forma convencional. Aquí puedes cortarlo en trocitos, o hacerlo entero en bloque, según para lo que lo vayas a usar.
- Ya lo tienes listo. Este seitán puedes guardarlo y usarlo de un montón de maneras. Una de ellas te la cuento a continuación.

Guiso de seitán con pimientos
Había oferta en el súper. Compré muchos pimientos. Se me empezaron a poner blandurrios. Total, que la solución fue meterlos todos en una olla a cocinar con un par de cebollas moradas pequeñas y tres ajos.
Lo importante al sofreír verdura, sea la que sea, si es para guiso, es controlar la temperatura. Empieza a una potencia de fuego más bien alta, espera a que se caliente el recipiente, y después añade el aceite y la verdura de golpe. No remuevas del tirón.
Una vez que empiece a tostarse un poco el fondo de las verduras, remueve algo, baja la temperatura y tapa para que la verdura empiece a sudar.

Dependiendo del gusto, se puede dejar más o menos tiempo, aunque, por experiencia con mi alumnado -y las prisas de hoy en día- en general paramos antes de lo que deberíamos. Yo te recomiendo dejarlo flojito durante, al menos, 35 minutos. Este sofrito se puede hacer en grandes cantidades y guardar para varias veces.
Una vez que lo tengas a tu gusto, añade el seitán con algo de líquido: puede ser el agua de cocción del seitán, agua, caldo o incluso salsa de tomate, que es lo que yo hice en esta ocasión. Si has guardado el sofrito, también queda bien con alubias o con garbanzos.
¡A disfrutar!
¡Listo! Añade alguna base que pueda absorber el sabor de la salsita, como un puré de patatas, o acompáñalo de pan para mojar.

Lo más tedioso de esta receta es conseguir el gluten. Una vez lo tengas, verás que todo lo demás es pan comido (nunca mejor dicho). Y como siempre, si tienes dudas o quieres compartir tus resultados, dejamelo en comentarios. Se agradece y me motiva a seguir compartiendo recetas y trucos.
Si estás empezando a organizar tu tiempo en cocina para optimizarlo, échale un vistazo a esta entrada, e integra esta receta junto con otras para aprovechar al máximo el tiempo.
